Hay parejas que acaban de decidir que se casan este año y buscan fechas para los meses de calor. Como es comprensible, ya no las encuentran, porque la mayoría de las parejas, ya han colapsado los viernes y sábados de los meses más calurosos del año.

El pasado 20 de octubre, subí un artículo aquí, en Facebook, en el que hablaba sobre las bodas en octubre, pero ayer se me ocurrió hacerlo, sobre los domingos de este preciso mes.

Yo he llegado a tener todos los domingos de octubre ocupados por parejas a las que les gusta este mes del año por lo que hablaba en mi artículo, pero tengo que hacer hincapié en que, además, los domingos suelen estar libres y son más económicos todavía, es decir, son los días más económicos de todo el año.

Según decía entonces, hay parejas a las que les gustan las bodas de día por el paisaje, porque quieren una boda larga….

Hay parejas que les gustan las bodas de noche, por la iluminación, la discoteca con las luces, la intimidad que da la oscuridad….

Bien, pues a partir de octubre, se pueden conseguir las dos cosas.

Se casan en su pueblo a las doce de la mañana. Entre la misa, saludos y demás, llegan a Montealegre sobre las dos, o dos y media. Si se casan por lo civil, pueden poner la ceremonia a las 13.00 horas. Cóctel en la pradera con las sombrillas, porque el solecillo de otoño pica, disfrutando de las vistas. A las cuatro se sirve la comida y se termina sobre las cinco y media o seis y, entre las entregas, vueltas por el comedor para los agradecimientos y demás, resulta que, cuando va a empezar la discoteca, ya ha oscurecido, se encienden las lámparas los focos y ya tienen su boda de noche.

Y ahora yo añado, si la discoteca EMPIEZA DE NOCHE, porque a esa hora, ya ha oscurecido, le añades las tres horas que van incluidas (por lo menos aquí) en el menú e, incluso añaden una o dos horas, resulta que terminan a las diez o las once de la noche, que es un buen horario para irse a la cama y poder madrugar el lunes para ir al trabajo.

Solo tengo que añadir, que las bodas que tuve el año pasado, en ese mes, fueron las que tuvieron mejor climatología y en las que no cerré la carpa hasta que terminaron; alguna de ellas, a las dos de la mañana, porque nos pidieron siete horas de barra libre. En cambio hubo bodas en julio y agosto, en las que tuve que cerrar la carpa a las doce de la noche.

Como veréis en las fotos, dos llegadas de novias para el cóctel, con el sol radiante y, ya de noche, el photocall fuera y la discoteca con la carpa abierta, por la buena temperatura.

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